Como ya expliqué en una entrada anterior, el dinero no sería físico sino virtual y nominativo: cada persona física ( individuo) o jurídica (empresa) tendría un saldo de dinero en su tarjeta informática que debería ser positivo y en algunas ocasiones pudiera llegar a ser negativo: en este último caso la persona o empresa podría adquirir los bienes y servicios básicos para su subsistencia pero no el resto de bienes y servicios, que quedarían aplazados hasta cuando obtuviera un saldo positivo.
El saldo negativo de dinero sustituiría a los préstamos y créditos del sistema antiguo, que ya no tendrían cabida en el nuevo sistema. Con el saldo negativo se estaría indicando, de modo indirecto, que la administración ha "prestado" esa cantidad de dinero a la persona física o jurídica, al 0% de interés (término que tampoco sería necesario en la nueva sociedad que propongo).
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