Las empresas privadas, que serán cooperativas autogestionadas por los/as trabajadores/as, no tendrán como objetivo principal maximizar el beneficio sino maximizar la utilidad de los bienes que produzcan y/o los servicios que ofrezcan, y minimizar el impacto sobre el medio ambiente. Los beneficios obtenidos no se destinarán a repartirlos entre los/as socios/as sino a reinvertirlos en la empresa y a admitir a nuevos/as socios/as trabajadores/as.
Y las empresas públicas tendrán como objetivo principal garantizar a toda la población unos servicios públicos de calidad, funcionando en cada centro de trabajo de modo autogestionario e intentando en todo momento maximizar el uso de los recursos para evitar el despilfarro. Se realizarán análisis económicos detallados para conseguir una utilización óptima de los recursos disponibles. En ellas trabajarán funcionarios/as de carrera, y también minimizarán su impacto sobre el medio ambiente.
Por último, también existirán empresas mixtas (privadas y públicas al 50%) formadas por socios/as cooperativistas y funcionarios/as de carrera, y que tendrán los objetivos marcados en las empresas privadas y públicas.
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