Se denomina "revolución" a un cambio drástico y rápido. A lo largo de la historia se han producido innumerables revoluciones que han afectado a la economía, y todas ellas han sido positivas y han traído mejoras a la población. Aunque también han provocado inconvenientes, las revoluciones han conseguido que las ventajas sean superiores.
A diferencia de las guerras, las revoluciones no tienen porqué provocar la pérdida de vidas humanas ni la destrucción masiva de recursos. La situación actual de la economía hace imprescindible que se produzca una revolución y con ella un cambio drástico en las relaciones económicas y sociales, y para conseguirla solo hacen falta dos premisas:
1ª.- Salir a la calle de forma masiva.
2ª.- Perder el miedo.
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